En estos últimos diez años, en los que su éxito se había establecido, produce algunas obras de baja calidad. Pero también produce obras del mismo estilo y calidad que las nombradas anteriormente como pertenecientes al periodo mejor de su producción. En ellas sigue investigando en la obra posterior de Tiziano en la que el Renacimiento da ya sus últimos coletazos, busca el color fuerte de otros venecianos como el Veronés. Sigue siendo en estas piezas el dibujo parte fundamental de la calidad de las obras.
1920. Samaritana.
1922-25. Serenidad.
1922. La buena ventura.
1924. Retrato de Conchita Triana.
Sin fechar. Carmen y Fuensanta. En torno a 1925. Muy parecido a La primavera.
Sin fechar. Esperando los reyes. En torno a 1925. Muy parecido en cuanto a concepto y estilo a Celos.
Sin fechar. La niña de la trenza. En torno a 1925. Puede ser la misma modelo que Diana.
1926. Bendición.
1926. Marta.
1927-28. La niña de la navaja.
1927. La niña del cántaro.
1928-29 aprox. Carmen la desolada.
1928-29 aprox. La chica de la navaja versión 2ª.
1928-29 aprox. Retrato de Conchita Saavedra
1928. Ángeles.
1928. Camino de bodas.
1928. En la ribera.
1928. Eva.
1928. Naranjas y limones.
1928. Cabeza de anciana.
1928. Carmen.
1930 Monjita.
Al mismo tiempo hizo otra obra de un estilo más barroco, siguiendo su influjo juvenil en dirección a Valdés Leal. Es posible que esta fuese una innovación que quisiera introducir en su obra, pero quizá lo hizo poco a poco, por miedo a cambiar y perder el favor del público. Es una obra de calidad pero no tiene el peso específico y la personalidad de las anteriormente nombradas. Estas son unas obras cuya búsqueda es compositiva:
1920. Magdalena.
1923-29. Cante hondo.
1925. Arcángel San Rafael.
1925. Cabeza de santa.
1926. Salomé. Antecedente en una obra del mismo título de 1917.
1926. Marta.
1927-28. La Virgen de los faroles.
1927. La Copla.
Por último resalto un grupo de obras en las que el autor buscaba un efectismo relacionado con las texturas y la representación de la luz. Quizá esta fuese otra búsqueda inconclusa por parte de Julio Romero de Torres. En ellas busca representar superficies brillantes de telas y metales. También representa la luz de una manera mucho más naturalista con claroscuro sobre la piel de la modelo que adquiere a veces ciertos reflejos metálicos. En particular es para mí esta parte de la obra de Julio Romero de Torres la que menos me gusta. Pero al mismo tiempo es una obra muy popular pues al hacerla al final de vida quedó gran parte de ella en España y en particular en el Museo Julio Romero de Torres de Córdoba.
1922. Pastora Imperio.
1923. Mujeres sobre mantón.
1923. Musidora.
1924. Diana.
1925. La Primavera.
1927. Nieves.
1928-29 aprox. Rivalidad .
1928. La niña de la jarra.
1928. Mujer de Córdoba.
1928. Naranjas y limones.
1928. Viva el pelo. 2 versiones.
1929 aprox. En la fuente.
1929 La nieta de la Trini.
1929 Maryluz .
1929 Nocturno.
1929 Ofrenda al arte del toreo.
1930 La chiquita piconera.
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